Para mi Compañera de vida....
No sé si te lo he dicho, pero eres el más lindo de mis despertares.
Verte junto a mí, como lo has estado tantos años, es una de mis mayores bendiciones.
Cambiaste mi mundo y mi propia existencia.
Mirar a esas gotitas de sangre que tú me regalaste es mi mayor tesoro.
A tu manera te vuelcas de amor hacia nosotros, me hace sentir el ser más afortunado del universo.
Sé que no siempre he sido fácil, y por eso te agradezco tu prudencia al callar cada vez que me invade el silencio.
Gracias por apostarle a este jugador que sin ti, ya habría perdido el juego.
Gracias porque aún a sabiendas de que conmigo comenzabas de cero, aceptaste correr el riesgo.
Gracias por hacer de mi lucha, tu lucha.
Gracias por entenderme como nadie más sabe hacerlo.
Gracias por tus sonrisas, por esa fe que me tienes incluso cuando yo mismo la pierdo.
Gracias por seguirme viendo con esos ojos de amor que lo dicen todo.
Gracias por hacer de mí una mejor persona, por tu paciencia, por ignorar mis muchos defectos y por engrandecer mis pocos aciertos.
Gracias por esos tres rayitos de luz que iluminan mis días, que me dicen “Papá” y son mi mundo entero.
Gracias porque a tu lado me siento capaz de pelear mil batallas más.
Gracias por ser mi princesa, la que no podría superar ningún cuento.
Gracias por estar, gracias por seguir apostándolo todo por mí, gracias por cada palabra de aliento.
Gracias por ser mi mejor poesía, por no darte por vencida, por seguir inspirando cada uno de mis días.
Gracias por cada instante de amor, y por lo inmensamente feliz que me hace tu compañía.
Gracias por cada ser como tú, que todo hijo adoptivo necesita en su vida.
Gracias de verdad, Esposa mía.
No sé si te lo he dicho, pero eres el más lindo de mis despertares.
Verte junto a mí, como lo has estado tantos años, es una de mis mayores bendiciones.
Cambiaste mi mundo y mi propia existencia.
Mirar a esas gotitas de sangre que tú me regalaste es mi mayor tesoro.
A tu manera te vuelcas de amor hacia nosotros, me hace sentir el ser más afortunado del universo.
Sé que no siempre he sido fácil, y por eso te agradezco tu prudencia al callar cada vez que me invade el silencio.
Gracias por apostarle a este jugador que sin ti, ya habría perdido el juego.
Gracias porque aún a sabiendas de que conmigo comenzabas de cero, aceptaste correr el riesgo.
Gracias por hacer de mi lucha, tu lucha.
Gracias por entenderme como nadie más sabe hacerlo.
Gracias por tus sonrisas, por esa fe que me tienes incluso cuando yo mismo la pierdo.
Gracias por seguirme viendo con esos ojos de amor que lo dicen todo.
Gracias por hacer de mí una mejor persona, por tu paciencia, por ignorar mis muchos defectos y por engrandecer mis pocos aciertos.
Gracias por esos tres rayitos de luz que iluminan mis días, que me dicen “Papá” y son mi mundo entero.
Gracias porque a tu lado me siento capaz de pelear mil batallas más.
Gracias por ser mi princesa, la que no podría superar ningún cuento.
Gracias por estar, gracias por seguir apostándolo todo por mí, gracias por cada palabra de aliento.
Gracias por ser mi mejor poesía, por no darte por vencida, por seguir inspirando cada uno de mis días.
Gracias por cada instante de amor, y por lo inmensamente feliz que me hace tu compañía.
Gracias por cada ser como tú, que todo hijo adoptivo necesita en su vida.
Gracias de verdad, Esposa mía.
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